Uno de los colegas me dijo que si podía entrar a la cocina. Le respondí que con mucho gusto, que iba a encontrar cocinando en ese momento a Ernestina Vilca. Ernestina se impresionó por la irrupción de las cámaras en una casa en la que ya nada debiera sorprenderla. A la pregunta: ¿Y qué tal es la señora Susana?” respondió desde los forros e inmediatamente: “Cumple con todos mis derechos, sueldo, seguro, ocho horas, vacaciones, pensión. Es muy justa”. Entre los gratísimos momentos de la efímera y nada exitosa campaña electoral, ese es uno de los recuerdos que atesoro. Fue la expresión sincera de una persona que queremos y que convive varias horas del día con nuestra familia, hace más de 22 años.
Hoy es el día Internacional de la Trabajadora del Hogar y, lamentablemente, la mayor parte de de las cerca de 500,000 en el Perú (el censo arroja cerca de 350,00 pero existe una gran cifra escondida) no goza de una remuneración justa, de seguro de salud y pensión de jubilación, de vacaciones; tampoco se les respeta las ocho horas a las que tiene derecho todo trabajador. El ingreso promedio es de 300 soles pero en algunos lugares del país las emplean por 80 y 100. En otros casos, no hay remuneración: casa, comida y en muy pocos casos, estudio.
Son muchas personas las que viven en esas condiciones laborales, amén de la gravísima violencia sexual y la discriminación que supone el que no se puedan bañar en las exclusivas playas del sur de Lima cuando trabajan ahí en el horarios de “las señoras, señores y de los niños”, sofocándose por el inclemente sol en uniformes de los colores que las Juntas de Propietarios de esas playas deciden para homogeneizar la vista de quienes se sienten dueños de tanta belleza marina.
Conozco la lucha de lideresas como Victoria y Hermelinda, desde finales de los sesenta, en la Juventud Obrera Católica. He sido testigo (y madrina a los 18 años) de la primera Casa de la Trabajadora del Hogar que más tarde se convertiría en IPROFOTH (que reúne y aloja cuando es necesario a trabajadoras de hogar, tiene una guardería para que dejen a sus hijos e hijas cuando salen a trabajar y las capacitan).
He tenido el privilegio de asistir al surgimiento del Sindicato de Trabajadora del Hogar (http://syscgtp.cgtp.org.pe/modules/Biblioteca/images/CGTP-MUJER/Planificacion%20estrategica%202007-2012%20SINTRAHOGARP.pdf) y de conocer su lucha por la Ley de la Trabajadora del Hogar que, lamentablemente, reguló la situación de desventaja de las trabajadoras del hogar: mitad del tiempo de vacaciones, mitad del sueldo por Compensación por Tiempo de Servicio, no reconocimiento de las ocho horas, el salario mínimo y el derecho a la sindicalización de manera expresa.
Mucho que celebrar:
Lo que antes era invisible hoy ha salido a la superficie y no puede ser fácilmente ignorado.
Las trabajadoras del hogar han establecidos alianzas como la que materializó la campaña por las trabajadoras del Hogar de las Playas del Sur el año pasado.
Nuevas y pujantes instituciones y gremios, creadas y gestionadas por las propias trabajadoras del Hogar
Muchas mujeres que han aprendido a hacer valer sus derechos
Trabajadoras del hogar que han aprovechado su trabajo para estudiar y progresar en la vida.
Sonia Morales cantando su historia, así como Dina Páucar
Mucho por lo que seguir luchando
Una efectiva igualdad laboral que se materialice en una nueva Ley de la Trabajadora del Hogar.
Un sistema de supervisión laboral eficaz del Ministerio de Trabajo.
Una creciente conciencia de las y los empleadores acerca de la dignidad de las trabajadoras del hogar.
Una sociedad que no siga llamándolas “servilletas” o “serruchas”.
Un sistema de alerta rápida a través de un número gratuito exclusivo para trabajadoras del hogar en el Ministerio de la Mujer.
La sanción a las Juntas de Propietarios de las Playas que tengan Reglamentos (o usos y costumbres) que impidan que las trabajadoras del hogar se bañen en el mar en verano, si trabajan en la playa, a cualquier hora del día si los niños y nilas con los que laboran se bañan en el mar.
Mayores facilidades de estudio, capacitación técnica y laboral de la Escuela Pública para las trabajadoras del hogar como un programa especial del Ministerio de Educación.