jueves, 26 de junio de 2008

"La Rosa no tiene porqués". Los 80 años de Gustavo Gutiérrez



Lo conocí una noche, en la mezzanine del Colegio Champagnat. En esa ocasión, Isaac León y Federico de Cárdenas de "Hablemos de Cine", proyectaban Nazarín, de Luis Buñuel. Luego de la película venía el infaltable foro de comentarios. Volteé a mirar a quien hablaba con tanta hondura del filme que nos había conmovido tanto. Comentaba acerca del amor humano, extraordinariamente expresado por Buñuel en el beso amoroso del amante a su mujer, cuyo rostro era una llaga purulenta que repelía cualquier contacto. Le dije a mi acompañante: "Qué persona tan atractiva, ¿quién será?".

Meses después supe que se llamaba Gustavo Gutiérrez, que era sacerdote y que dictaba clases de teología sobre literatura y cristianismo en el siglo XX en Letras de la PUC en la Plaza Francia. Dicen que el último pupitre es el mejor lugar. Así es. Nadie se dio cuenta de mi presencia e hice varios cursos sin pagar un sol. Era un placer intelectual y espiritual escuchar a Gustavo disertando sobre Albert Camus.

Desde ese entonces Gustavo Gutiérrez no ha dejado de sorprenderme. Lo ha hecho con su teología espiritual, la Teología de la Liberación. Esta reflexión, surgida de nuestras raíces americanas al interpretar los signos de los tiempos, apunta a la pobreza como muerte y a la lucha contra la pobreza como opción ineludible de las y los cristianos. Es una opción cristocéntrica: amar al pobre porque el Señor los ama de manera preferente. Pocas teologías han impactado como esta, no solo en nuestra Iglesia Católica, sino en otras iglesias cristianas, y distintas confesiones religiosas, en el mundo de las ciencias sociales y de la cultura.

Me sorprenderá siempre la capacidad de cautivar al auditorio que tiene Gustavo Gutiérrez; no he visto otro como él. Un hombre pequeño, brillante, culto, de gran sentido del humor y de una energía inquebrantable. La hondura y valoración mundial de su pensamiento no lo han convertido en un intelectual almidonado y distante. Los reveses causados por la incomprensión, y la persecución de la mediocridad no lo han amargado. Todo lo contrario, posee una sencillez y una alegría que solo surge desde muy dentro, de ese lugar privilegiado del encuentro con el Dios de la Vida al que nos ha acercado a tantos y tantas.

Gustavo ha cumplido 80 años. Lo hemos celebrado a lo grande y a lo pequeño; como es él. Los niños y niñas de la Parroquia Cristo Redentor del Rímac a la que le dedicó largos años de su vida; su comunidad de amigos y amigas, de dominicos, de teólogas y teólogos. El viernes 20 en el Museo de Antropología y Arqueología no cabía un alma. Más de mil personas nos reunimos para la presentación del libro Libertad y Esperanza, a Gustavo Gutiérrez por sus 80 años. Luis Jaime Cisneros fue uno de los excelentes comentaristas. Al finalizar la noche, un Gustavo conmovido nos habló de la gratuidad comentando el poema de un místico del siglo XVII: "La rosa no tiene porqués". "No existe ningún motivo para su florecimiento", nos dijo: "como la rosa, la amistad si florece, es porque es amistad".

Vigilantes y solidarios

Hasta la próxima

4 comentarios:

Ezequiel Garcia dijo...

Hola susana.

Conocí de forma superficial la teología de la liberación y aunque no soy creyente concuerdo con muchos de sus enfoques.

Yo también tengo un blog, es tal vez un tanto... ofensivo, pero lo considero divertido.

http://www.regresoalimalahorrible.blogspot.com/

http://www.regresoalimalahorrible.blogspot.com/

Julio Gómez dijo...

no hay duda que hay mucho trigo bueno dentro de la mala hierba de los ciprianis y el ala fascista de la iglesia católica.

no se cual será el caso del padre gutierrez como tampoco se si juan pablo II fue un santo o un agente de la cia. pero creo que lo cierto es que la iglesia catolica peruana está en una modorra que día a día espanta a los fieles.

por ejemplo, frente a la oferta de salvación que prometen los embaucadores de la fe via televisión (los pare de sufrir, entre otros) no existe un contrapeso católico de siquiera cinco minutos en la señal abierta, donde los dueños dicen profesar la fe católica (a exepción de ivcher, quien sin embargo, la decada pasada tenía el respeto de pasar al final de la programación un "padre nuestro")

si bien el canal 4 pasaba los domingos las omilias de cipriani, es conocido que muchos de sus pregones estaban impregnados de politica y de teorías de la liberación neoliberal a ultranza.

atentos y vigilantes con la televisión del demonio

Reaño dijo...

Un hermoso homenaje... definitivamente, siendo una más de tus virtudes, lo tuyo es la poiesis: radicalmente.
Un abrazo,
Ernesto.

Anónimo dijo...

derechos humanos, kreo ke es mas sincero derechos urbanos.

Estaba leyendo sobre la teología de la liberación, inteligente, como todo lo que dispara sobre la ética, moral, bondad. Madera del buen ser.

80 años para Gustavo Gutierrez, digna voz de esos discursos sobre compromiso y fe.
felicidades.